jueves, 30 de mayo de 2013

FILÓSOFOS I DE LA ÉPOCA CONTEMPORÁNEA

A lo largo de la época contemporánea, han surgido y están actualmente surgiendo una gran cantidad de filósofos españoles tales como: Miguel de Unamuno (en tanto en cuanto que era claramente existencialista), Ortega y Gasset, Xavier Zubiri, María Zambrano y Julián Marías (discípulo de Ortega).

Sin embargo, nosotros hemos decidido centrarnos en solo dos de ellos, los dos que, desde nuestro propio punto de vista, son los más característicos de este periodo contemporáneo. Estamos hablando pues de Xavier Zubiri y de Ortega y Gasset.


Por un lado, esta entrada está dedicada a Xabier Zubiri; mientras que en la próxima entrada principal, veremos con detalle la doctrina filosófica de Ortega y Gasset.



Xavier Zubiri Apalategui (San Sebastián, 1898 - Madrid, 1983) es uno de los pensadores más originales de nuestro tiempo. 

Desempeñó la cátedra de Historia de la Filosofía en la Universidad de Madrid desde 1926 hasta 1935, y luego vivió, hasta 1939, en Roma y en París.

Algo más tarde, concretamente en 1942, enseñó en la Universidad de Barcelona, pero abandonó la cátedra dos años más tarde, para residir en Madrid donde, hasta pocos años antes de su fallecimiento, expuso su pensamiento en cursos privados, interrumpidos esporádicamente por sus estancias en el extranjero (como cuando, en 1973, impartió un curso de Teología en la Universidad Gregoriana de Roma).

De amplios horizontes intelectuales, Zubiri no limitó sus estudios a la filosofía y la teología (patrística y escolástica), sino que se interesó también por las ciencias físico-matemáticas, la biología y la filología indoeuropea y semítica. Tan extensos conocimientos eran fruto de una necesidad y de una ambición: demostrar que la ciencia es insuficiente para dar razón de la realidad, para cuya finalidad sería necesaria la filosofía; y demostrar, además, la unidad orgánica, sistemática, de la realidad, puesto que, tras los estudios realizados en Lovaina, Zubiri había asumido lo que para Santo Tomás debía ser la finalidad de la filosofía: trazar en el alma la totalidad del orden del Universo y de sus causas, incluso aunque hubiera de recurrirse a otros métodos y presupuestos.

Su filosofía, situada en la senda abierta por Husserl y por Heidegger, desemboca (más allá de la conciencia y de la existencia) en la aprehensión primordial de la realidad. Esto es, precisamente, lo que le permite a Zubiri una nueva idea de la inteligencia, y una nueva idea de realidad. Es justamente la raíz de una nueva filosofía. Desde el análisis de la inteligencia sentiente, Zubiri ha podido abordar prácticamente todos los grandes temas de la filosofía clásica: desde la materia hasta la libertad, desde la evolución hasta el problema de la voluntad, desde la historia hasta el problema de Dios. Una gran síntesis filosófica que aún espera ser comprendida más exhaustivamente, aplicada a nuevos campos de saber, y conducida a nuevos niveles de radicalidad filosófica.


Por un lado, el problema ontológico que plantea Heidegger es aquel que da fruto a la influencia que tiene sobre el pensamiento de Xavier Zubiri.

Por otra parte, Ortega introduce a Zubiri en las principales corrientes del pensamiento europeo, y especialmente en la fenomenología de Husserl, un punto de referencia capital para entender la evolución posterior del pensamiento de Zubiri. Ortega había señalado que con Husserl se iniciaba en la historia de la filosofía una tercera metáfora, más allá de la metáfora antigua del ser humano como trozo del universo, pero más allá también de la idea moderna de la conciencia como continente del mundo entero. 


Esta intencionalidad de la conciencia impide su sustantivación, y abre a los ojos de Ortega, y también 
del joven Zubiri, la posibilidad de un nuevo horizonte para el filosofar.

Ádemás, hay que destacar otros dos aspectos relevantes de este gran filósofo y teólogo español:


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